viernes, 12 de agosto de 2016

Recuerdame

Recuerdame nunca llegar temprano, porque tu tren ya lo perdí.

Ese tren que cuando pasó por mi estación, siguió adelante, sin ni siquiera mirarme, sin ni siquiera decirme adiós, no, simplemente me golpeó con una ráfaga de aire que me noqueó dejándome aturdido, desconcertado, sin entender el por qué, pero pasó.

¿Y ahora que? ¿Seguir el rastro de aquella obra, o volver por el mismo camino?

Siempre dije que el tiempo lo soluciona todo, que pone a cada persona en su lugar, y fue el tiempo el que me dió aquella peligrosa forma de escapar de este mundo, de este mundo que en vez de esforzarse por lo que desea, espera, espera a su próximo tren.

No, yo no soy así, esperar no es lo mio, nunca lo fue.

Y hoy, 6 de agosto no será el día que empiece a hacerlo, la vida ya me ofreció alternativas, y ¿sabes qué? Un lobo nunca desaprovecha una.

lunes, 2 de mayo de 2016

Noches en vela

Tantas noches en vela sin poder pegar ojo, mientras ella me rondaba los pensamientos.

Tantas caras que te puse, sin saber cual de ellas era la correcta..

Pero sorprendentemente una noche, la visión dejó de ser turbia como de costumbre, me sorprendía la nitidez de todo aquello, pretendía descubrir por fin el rostro de esa chica que noche tras noche se aparecía y dejaba su aroma impregnado en mi piel.

Pensé bien que mis ojos se habian habituado a la oscuridad. Esta vez, no le temía a nada, aunque me encontrase solo en aquél bosque tenebroso, donde miles de ojos observaban atentos mis pasos. Mi mente estaba únicamente centrada en destapar la verdad.

Cuando oí sus pasos, pensé que este sería el tan esperado día, pero un rápido amanecer me cegó, dejandome ver solo su esbelta silueta, llena de curvas que moría por recorrer.

08:36, todo vuelve a empezar..

Señora de negro

Nadie te esperaba, nadie te quería, pero era tu trabajo, no tenías elección..

Aun recuerdo recorrer aquel pasillo que lloraba, que olía a desilusión, donde mi mente no podía pensar en otra cosa.

Una puerta se abrió ante mi, y de aquella  luminosa habitación salieron lágrimas, lágrimas contagiosas que no desaparecían.

Mi mente empezó a recordar,  momentos alegres, momentos tristes.. ¿Tristes? Miento. Por más que lo intenté, me fue imposible.

En toda una juventud, me fue imposible vivir un momento así con aquella persona, solo tenías que ver su rostro lleno de vitalidad, que se iba marchitando poco a poco en silencio, mientras que por fuera no dejaba ver más que fuerza.

No hablo de fuerza física, sino de la fuerza que se necesita para levantarse cada día y ser capaz de prestar ayuda sin pedir nada a cambio, hablo de la fuerza para darse a los demás.

Uno de los valores, por el que todos te recordaremos.

Descansa en paz, abuela.

Despedida

Con lágrimas en los ojos, con los cristales empañados, con aquella sensación de derrota le dije adiós.. adiós a aquél billete que solo era de ida, que me llevaría a un lugar donde nunca estuve y siempre quise estar.

Hola cicatrices, ¿me echábais de menos? Yo a vosotras no, estaba bien sin vosotrars.

Rozando la muerte

Cuando te aproximas a ella, tan cerca que puedes sentir su aliento en el rostro, que puedes palpar sus cicatrices en la cara, asumiendo el dolor sin que nadie te guiara; cambias, valoras todo aquello que tienes aun más.

"Una simple experiencia" me rio, dormir y volver a despertar en el mismo cuerpo, listo para vivir la vida que decidió esperarme, en vez de salir corriendo hacia la "luz", sin nisiquiera juzgarme.

En aquel momento no fui consiciente de la estupidez de mis actos, todo lo que pude perder, pero a pesar de ello gané, gané a la muerte, caerte y sin pensarlo moverte.

Esta vez con dirección, destino, dejando de lado las botellas de vino. No dejaré que nada me pare, arrollaré todo a mi paso sin compasión alguna. Miraré al futuro, lo juro, lucharé duro..

Para vivir hay que arriesgar

Lo daria todo por aquellas personas que lo dieran por mi, pero.. No estoy dispuesto a morir en vano, no, ni hablar.

Tengo demasiados rasguños por tropezar, ¿piedras? Más que eso; montañas, esas que parecian tan pequeñas a lo lejos, pero una vez que te acercas y te ves cara a cara con ella, te das de frente. Y caes, caes muy profundo, donde nadie puede oirte gritar, donde nadie puede verte, donde nadie te echa de menos.

Intentas escalar, salir de aquel lugar, pero las paredes son muy resbaladizas, las cicatrices dificultan tu salida, las enrededaderas de aquel lugar te retienen, te atrapan, te mantienen en la más profunda penumbra..

Pero, una mano asoma, una mano que ocupa el terreno que no podemos avanzar solos, una mano llena de cicatrices.

La duda me embarga, ¿por qué de esas cicatrices?, una suave voz sale de aquel rostro oculto - Yo estuve en tu lugar -.

Miré hacia la salida del foso, me levanté, con todas mis fuerzas luche por salir de aquel lugar, necesitaba saber quien era aquella persona que ocultaba su rostro tras un largo y atezado cabello..

Mi mano agarró la suya con fuerza, y juntos salimos del foso. Esta vez si, vi como un ardiente atardecer bañaba su cabello oscuro, su rostro; suave cómo el de una pluma, pero.. No pude quitar ojo a una cosa, algo que atravesó mi pecho desnudo.. Aquella mirada, tan hermosa, con tanta fuerza, con tanta.. Esencia.

De este momento y en adelante, viví mi vida de otra manera, sabiendo que si alguien con tantas cicatrices de guerra, era capaz de seguir con aquella llama interior, yo también podría.

Un mundo de ovejas

Y te das cuenta de que ese calor que sentias, esa llama, se va apagando..

Ves como nadie lo impide, te das cuenta de que estás solo frente al peligro.

De que los "para siempre" se desvanecen en milésimas de segundo, de que los "estoy contigo" saben a mentira..

De que nada importa, que vivímos en un mundo de ovejas.

Y cuando ese día alfin llegó, tal y como vino se fue, dejando un gran vacío dentro de mi, un vacío del que muchos intentan llenar con mentiras, pero.. Que solo una verdadera loba es capaz de llenar.

Tiempo fugaz

Perdí ocasiones por miedo.. Miedo, a que al oscurecer no fueses tu quien me abrazara. Miedo, a que no fuera tu cara la que viese cada mañana.

Ocasiones ya pasadas, ocasiones muy presentes en mi futuro. Porque sí, esta vez la vida me golpeó realmente duro.

Recuerdo esa promesa, como si estuviera grabada a fuego en mi pecho, aquél en el que solias reposar tu suave cabello.

Cómo acariciabas mi rostro con aquella dulce voz, cómo vivía por sentir ese aroma impregnado en mi piel tras uno de tus largos abrazos.

Pensé que el destino tenía algo distinto preparado para mi, pobre diablo, solo jugaba conmigo. Porque cuando al fin rozas la salida de aquel tenebroso foso, él se encarga de pisarte la mano para que vuelvas a caer mas duro aún. Despertando, ¿Donde? En el mismo lugar de siempre, donde eres amigo de todas esas piedras del camino.

Suerte, dicen que hay quien deja de lado su vida por lanzarte una soga. Que lucha con todas sus fuerzas por sacarte de aquel pozo de desesperación, suerte.

2:34, sigo esperando.