Tantas ojas, tinta y plumas gastadas en ti, todo lo hice pensando que no serían leidas nunca por otra persona que no fueras tú, pero me equivoqué, como de costumbre.
Todos reacemos nuestras vidas, era de esperar, el tiempo todo lo dicta; te presiona, te empuja, te mantiene activo. Sabiendo que no puedes desperdiciar los segundos que pasan.
Soy otro más que sufrió los delirios del tiempo, del tiempo sin ti.
De como machacaba mi piel, mojaba mi rostro, y apuñalaba mi corazón.