domingo, 21 de junio de 2015

Incertidumbre

Me encontraba en lo más profundo de la densa oscuridad, donde una brillante luz apenas iluminaba la entrada del foso. Alterado, intentaba encontrar la salida, pero mis manos empezaban a perder fuerzas, el aire que me llegaba era insuficiente, la visión era muy reducida, empezaba a pensar que moriría en aquél angosto lugar.. Derrotado por los reiterados intentos de escapar, caí en un profundo sueño.

Un suave susurro surgió de entre la oscuridad, despertandome en el acto, no conseguía distinguir que era real y que no lo era. Una tersa fragancia manaba de entre las sombras, una vez aquí, otra allí, ¿De donde provenía ese aroma? ¿Era cierto que me estaba volviendo loco?

En uno de mis giros tratando de descubrir de donde provenía aquél olor, tropecé, callendo de rodillas al suelo. Vencido, cerré los ojos -No es verdad, nada de esto lo es- cuando de repente, una preciosa voz salió de la penumbra.. -Si lo es-

No había abierto aun los ojos cuando.. Esa voz tan delicada, tan hermosa.. ¡Era inconfundible!

¿Podía ser verdad?

Pronuncié su nombre, cuando en un último esfuerzo abrí los ojos. No me encontraba más en aquel oscuro foso, no llegaba a entender que hacía en mi propia cama, ¿todo esto había sido un sueño? Lo encontraba demasiado real para ser un sueño, pero.. La duda seguía ardiendome en la boca, ¿Era ella?

10:17, vuelvo a ser preso de la incertidumbre

sábado, 20 de junio de 2015

Llegada inesperada

Nadie te esperaba, nadie te quería, pero era tu trabajo, no tenías elección..

Aun recuerdo recorrer aquel pasillo que lloraba, que olía a desilusión, donde mi mente no podía pensar en otra cosa.

Una puerta se abrió ante mi, y de aquella  luminosa habitación salieron lágrimas, lágrimas contagiosas que no desaparecían.

Mi mente empezó a recordar,  momentos alegres, momentos tristes.. ¿Tristes? Miento. Por más que lo intenté, me fue imposible.

En toda una juventud, me fue imposible vivir un momento así con aquella persona, solo tenías que ver su rostro lleno de vitalidad, que se iba marchitando poco a poco en silencio, mientras que por fuera no dejaba ver más que fuerza.

No hablo de fuerza física, sino de la fuerza que se necesita para levantarse cada día y ser capaz de prestar ayuda sin pedir nada a cambio, hablo de la fuerza para darse a los demás.

Uno de los valores, por el que todos la recordaremos.

Descansa en paz, abuela.